Este Shabat, correspondiente a la Parashá Beshalaj, se conoce como “Shabat Shirá” (Shabat de la canción, o de la música) porque en ella se encuentra el “Shirat Haiam” (Cántico del mar), uno de los tantos cánticos que aparecen tanto en la Torá como en el Tanaj.
 
«Entonó entonces Moshé y los hijos de Israel este cántico para Dios, diciendo…» (15:1)
 
Luego de haber experimentado los maravillosos portentos que el relato de esta Parashá nos cuenta, como el kerihat iam suf (partición del mar de los juncos), Moshé y el pueblo de Israel sintieron gran alivio y alegría. Y este renovado estado de ánimo  se transforma espontáneamente en canción.
 
Posteriormente, terminado el cántico de todos, a partir del pasuk 20 del capítulo 15, se registra una intervención de Miriam: “Cantó Miriam para ellas…” (21).
 
Edery, siguiendo a Ibn Ezra para explicar su traducción, señala que Vatahan, que se ha traducido como «Y cantó…», viene de la raíz ענה (aná), que significa “alzar la voz”. Por su parte Rav Samson Hirsch señalará que esta palabra significa “responder”.
 
Es curioso ver esta intervención de Miriam como algo más que como una simple canción agregada. Ahora bien, si estamos frente a una respuesta, la pregunta es: ¿Qué responde y a quién le responde?
 
Volvamos al pasuk 21, que dice: “Vatahan lahem Miriam…”, lo que traduce Edery como: “Cantó Miriam para ellas…” Sin embargo, advertimos de inmediato que la segunda palabra “lahem” ( להם) se encuentra en plural masculino, es decir: “a ellos…
 
Si cambiamos el sentido del pasuk, desde: “Cantó Miriam para ellas…”, para leer: “Miriam le respondió a ellos…”, dejamos de tener una lideresa que se encarga de animar solamente a las mujeres. Hay un liderazgo femenino, es cierto, pero su trabajo también estaba dirigido a ellos, en resumen: a todos.
 
Y esta es definitivamente otra lectura, que puede resignificar y  dignificar el rol de la mujer en la comunidad Judía.
 
La actividad de Miriam en esta parashá no es secundaria ni accesoria. Por otra parte, no hay sustento alguno en el texto, si se indaga adecuadamente, para afirmar cosas tales como que la mujer debe rezar separada de los hombres. 

Discrepo de hecho, humildemente, con la idea de que hubo separación de géneros para cantar a Dios, una postura que Rashi introduce a este pasuk.
 
Discrepo desde el texto mismo, porque asumo que el Shirat Haiam fue cantado por los hijos e hijas de Israel, todos juntos. Y que, por su parte, el cántico de Miriam definitivamente estaba dirigido a todos. Lo cual desecharía la postura de Rashi.
 
Discrepo fundado en lo que veo, discrepo desde la realidad misma.
 
Como Miriam, miles de mujeres judías actualmente “alzan su voz”. Estoy pensando en “las mujeres del muro” por ejemplo, cuyo activismo ha puesto en palestra el tema de la equidad de género en el contexto religioso.
 
Y también, fuera de este contexto, estoy pensando en movimientos reconocidos mundialmente, como el grupo de Chilenas conocidas como “Las tesis”, cuya respuesta a la cultura machista se hizo escuchar en todo el mundo, también en formato de canción.
 
Hay cierta parte de la exégesis que ve el cántico de Miriam solamente como un extracto del cántico de Moshé y los hombres. Esta opinión señala que las mujeres sólo repitieron el cántico de Moshé (completamente) y que la Torá no lo vuelve a registrar completo porque resultaría redundante.
 
Sin embargo, seguir esa postura me parecería reducir en cierta forma la participación de las mujeres en la comunidad, dejando un ideal errado: mujeres que bailan al son de lo que los hombres decimos, en cuyo caso no nos estarían contestando, sino apenas siguiendo.
 
Y esa lectura pudo ser aceptable en otras épocas, no en la nuestra.
 
El pasuk 20 dice que Miriam tomó una especie de pandero y que salieron todas las mujeres en pos de ella, bailando con sus propios panderos.
 
Definitivamente estaban bailando a su propio ritmo. Y yo no me atrevería a restarle reconocimiento al trabajo creativo de estas mujeres, que no puede ser entendido sino como un trabajo propio, su propia música, su propia canción, su propia forma de ver las cosas, de interpretar lo que sucedió y de agradecer.
 
Más que una separación de géneros, creo que el texto nos muestra a “Miriam la profetisa” como una mujer que reclama espacios en medio de una sociedad machista. 

Por su parte, la Torá ve con buenos ojos esta actitud de Miriam y las mujeres, de alzar la voz, señalando que ellas también tienen algo que decir, que merecen ganar espacios en la conducción de la sociedad y que tienen habilidades de sobra para aquello.
 
En todas las épocas, se ha sabido de muchas mujeres como Miriam, actualmente también, tanto dentro como fuera de la colectividad Judía. 

Nuestras sociedades están avanzando, por ejemplo, al permitir cuotas de género, fomentar la participación de las mujeres en política y nosotros, como judíos reformistas y progresistas, debemos aumentar nuestros esfuerzos en contribuir también en materia de equidad de género.
 
Contrario a lo que se puede pensar, Miriam la lideresa no aparece solamente ejerciendo su rol con este cántico. Nuestra tradición le atribuye un rol fundamental en la sobrevivencia de Moshé y de consecuencia, del pueblo entero. Ella será también la que proveerá con su canto agua para todos en el desierto según el Midrash.
 
En la Mejiltá de Rabi Ishmael 15:20, encontramos una idea adicional sobre este liderazgo. Se recoge una pregunta: ¿De dónde tenían panderos e instrumentos las hijas de Israel

Se responde que Miriam, como profetisa, sabía de la liberación que venía, confiaba en el proyecto y lo apoyaba incondicionalmente, a tal extremo que se ocupó de llevar consigo panderos e instrumentos, o hizo que las mujeres los llevaran consigo. 
 
Un gran ejemplo de liderazgo, me la imagino diciendo: “No tengan miedo, todo estará bien, llevemos estas cosas para celebrar…”
 
Según lo analizado, ella estaba dirigiendo y liderando desde hace mucho tiempo. Y no solamente a las mujeres o entre las mujeres. 

Miriam era una líder más del pueblo, una lideresa para todo el pueblo.
 
El relato de la Torá y nuestra tradición nos dan muchas señales, textualmente y entre líneas, sobre la grandeza del liderazgo de Miriam.
 
Que en este Shabat, podamos reflexionar sobre la importancia de los liderazgos comunitarios femeninos, aumentando nuestro compromiso con la equidad de género.
 
Shabat Shalom.
Shabat Shalom uMevoraj.
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